Si entendemos la educación como un aprendizaje para la vida, veremos que rebasa la mera función instrumental y se extiende hacia el desarrollo integral de la persona. El yoga trabaja desde esta perspectiva, teniendo en cuenta que somos una cuerpo, mente, emociones, espiritualidad. La escuela, después de la familia, es el sitio apropiado para dar a conocer una serie de valores y aprendizajes que vayan más allá de las materias curriculares. Se trata de descubrir nuestro potencial interno y desarrollarlo.
Dolors García i Debesa Livres
