La crisis energética global ha impactado a Panamá, impulsando al Estado a crear políticas para optimizar recursos y fomentar iniciativas privadas en energías alternativas. Se estudian biocombustibles como biodiésel y etanol, así como el uso de gas licuado, buscando reducir la dependencia de combustibles fósiles y proteger el medio ambiente.
Virginia Gutiérrez Livres
